Los controles de acceso han recorrido un largo camino para poder lograr la protección que se logre amoldar a las necesidades y requerimientos presentados en los diferentes niveles de la industria, pasando entre el uso de claves, código PIN, tarjetas, huellas digitales o combinaciones entre estas.
En los últimos años el reconocimiento facial ha estado en tendencia como control de acceso y asistencia, esto sucede de manera inevitable por el hecho de la velocidad, seguridad, precisión y el factor de no contacto que ofrece, con los últimos avances en este método se postula como una opción ventajosa en comparación de las demás mencionadas.
Una de las bondades más importantes es el poco margen que presenta en cuanto a la posibilidad de falsificación del rostro humano, en un inicio este método de acceso presentaba el fallo de poca precisión de autenticación del rostro humano, pudiendo ser burlado por presentar una fotografía de la persona a evaluar para la autorización de acceso, esto se presentaba ya que la información obtenida del rostro de la persona no era muy completa y precisa, esto presentaba fallos en la detección de profundidad del rostro y detección de anomalías únicas en el rostro para obtener una identificación más precisa, gracias a los avances tecnológicos en este método se fueron eliminando dichos fallos obteniendo cada vez más información del rostro humano y dando menos margen a una suplantación, esto es logrado gracias a la malla que se forma en el rostro de la persona, recopilando cada detalle e imperfección del rostro humano, garantizando un 99% de eficacia.
Puntos ofrecidos por el reconocimiento para esta nueva normalidad:
Tasa de Precisión del 99%.
Velocidad del Reconocimiento de menos de 0.2 segundos.
Reconocimiento Rápido en ambientes de poca luminosidad, incluso en la completa oscuridad.
Acceso con Anti-Falsificación de Rostro.
Cifrado de Datos para la privacidad de la información.
